Por tú gracia qué es grande.

Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Romanos 15:13

Le doy gracias al Señor por este ayuno, al Santo Espíritu por la fortaleza qué me dio, porque me enseñó a alimentarme con las cosas sanas que él tiene en esta tierra; Gracias Señor por la fruta, por las verduras, por el agua, gracias, Señor por mostrarme mis debilidades, por liberarme del duelo que yo tenía desde niña, el dolor el abandono, la soledad, el apego lo he arrastrado desde mi infancia, y que se había aumentado durante el proceso que he pasado en el matrimonio.

Gracias Señor por tu amor, por tu fortaleza, por tu gracia qué es grande,

gracias, Señor, que me despertabas en la mañana para orar. Gracias Espíritu Santo por tu presencia, por el abrazó, la misericordia

qué es grande cada día, reconocer que tengo necesidad de ti, para limpiarme de la vergüenza, la rebeldía, desobediencia, me libraste de las iniquidades, desolación, maldiciones; Gracias por sacar todo a la luz.

El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? Isaías 58:6

Alicia de Colombia.