TESTIMONIO DE ALABANZA.

No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo.

No hay Fuerte; no conozco ninguno.

Isaías 44;8

Primeramente, pido perdón a mí amado Dios Todopoderoso por haber tardado en enviar mi testimonio, pues los tiempos de Dios son perfectos.

Doy toda la honra, la gloria y la alabanza a mi amado Señor Jesucristo y mi amado Padre Celestial, porque sé que solo con él y en él todo es posible.

Hace tiempo fui una madre muy descuidada, tengo cuatro hijos, dos hijas, y dos hijos, y aunque mi proceso no ha sido fácil, hasta aquí el Señor me ha sostenido, me ha fortalecido, me ha consolado y aún me ha dado sabiduría para administrar lo que él pone en mis manos.

En mi descuido como madre y esposa, el enemigo ataco a mi familia en nuestras finanzas, pues me empecé a endeudar y fui desobediente en dar mi diezmo al Señor, pues con tanta deuda pensaba que no me alcanzaba, cuando Dios me decía que es lo primero que tenía que darle solo a él en obediencia, y por mi descuido, mi esposo terrenal y mi hija menor, empezaron a irse de la casa, yo creía que con lo que mi ET me daba para el gasto no me alcanzaba, y el enemigo me quiso robar lo que Dios me había prestado, que era mi hermosa familia; y así como mi hija menor se fue de mi lado, yo sufría mucho al ver que vivía con mi ET.

Mi hija solo venia los fines de semana, y mi hijo el más grande se casó, tuvo una hija hermosa, él estaba en los vicios, mi nuera, trabaja por su cuenta, y ella aparte tiene dos hijas, yo me hacía cargo cuidando de las tres. Así empezó mi proceso, pues ahora entiendo que fui desobediente al Señor por querer llevar el control de todo, y no dejar que Dios obrara, pues mi ET decidió vivir con la OM. Fue tanto el dolor que sentía, pero mi Dios ha tenido misericordia de mí y de mí familia que, aunque mi hijo sigue en su proceso, ahora sé que es Dios librándolo de algo no bueno, y aún sigue trabajando el Señor Jesús en mí, pues he aprendido a soltar todo en sus manos, a confiar solo en él, pues he aprendido a vivir lo que es la verdadera fe y aún en medio del proceso y del dolor, Dios siempre, siempre, siempre ha estado conmigo nunca me ha dejado sola y ha estado con mi familia. El Señor me enseño que no debo ser tan sobreprotectora y sobre todo confiar solo en él.

Para su honra y gloria empecé a diezmar y a ser obediente solo a él, a creerle solo a nuestro amado Señor, Dios Todopoderoso Jehová de los Ejércitos Celestiales, y a desechar las mentiras de satanás pues él ya está vencido por la sangre de Cristo; Cuando empecé a diezmar, las cosas empezaron a ser diferentes, el Señor me ha dado más entendimiento, he aprendido a soltar todo en sus manos. El Señor me ha librado de las deudas, solté a mi ET, a mis hijos, a los nietos. Cuando solté a las nietas, mi hija más pequeña empezó a pasar más tiempo aquí en casa, aunque todavía no dejaba de cuidar a mi última nieta, seguí orando que el Señor regresará a mi hija, mi ministra guiada por el

Espíritu Santo, también me dijo que soltara el orar con desesperación.

Así lo empecé a hacer, mis oraciones han sido diferentes, el Señor me ha enseñado a confiar solo en él, pues él me ha más de lo que he pedido ¡Regreso a mi hija menor a casa! Pero sobre todo regreso su corazón, su vida, su alma, su Espíritu a mi hija, su espíritu de mi hija solo a él a nuestro amado Jesús ella ha cambiado que sé que es el Señor que la ha cambiado, en su carácter, en su forma de hablarme, pues antes era rebelde, pero ahora ella adora al Señor, con todo su corazón, me gozo tanto en el Señor, él me ha dado más de lo que yo le pedía, pues ahora entiendo que todo le pertenece solo a Él, y aunque sigo en este proceso, sé que soy más que vencedora solo en él, en mi amado Jesús.

Solté a mis nietos por completo y sé que Dios tiene el control y el cuidado de mis hijos, que él nos ha librado y los sigue librando de los vicios, del adulterio, y de la fornicación. Hay tantas y tantas codas que mi amado sigue limpiando, trayéndonos con lazos de amor hacia él. Y poniendo en su lugar, todo respecto a la om, que tenga que huir del lugar donde no le corresponde, y que de todo esto el Señor tiene el control.

Sigo en este hermoso proceso, y doy toda la honra y la gloria a mi amado Jesús. Ahora mi corazón, mi vida, mi mente, mi alma y mi familia solo le pertenece a Jesús. Sentía tanto miedo, frustración y al mismo tiempo tanto enojo y dolor, pero ahora el Señor Jesús me ha liberado pues le me hablo a través de las escrituras: Jeremías 15;19, Isaías 30; 18-19, Isaías 54;13, Isaías 44;8.

Amada hermana, Dios es más que bueno, él es Santo y poderoso, no temas que yo soy tú Dios y tendré cuidado de ti, y de tú familia.

El nos quiere solo para él, en total santidad.

Todo el honor y toda la gloria, toda la honra a nuestro Padre Celestial, Jehová de los ejércitos, todo mi amor a mi amado Jesús.

Ana Villa.

C3D MINISTERIO