top of page

Dios restaura lo que pasó.

  • Writer: Cordón 3 Dobleces
    Cordón 3 Dobleces
  • Jan 30
  • 2 min read


Eclesiastés 3:15 dice: "Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó".



Cuando inicié mi proceso de restauración, se me ocurrió la brillante idea de viajar con mi esposo, obviamente todo impuesto por mí misma y fue un viaje donde pude experimentar mucha tristeza, no me trataba como yo deseaba ser tratada y creí que iba a ser muy especial por tratarse de que ese día que viajaba, era mi cumpleaños y que ese sería especial por tratarse de un día especial.

Pero no fue así, no peleamos porque no acostumbrábamos a pelear, pero, tampoco fue el esposo terrenal que siempre había sido, ya llevábamos unos meses separados y este viaje solo sirvió para confirmar que verdaderamente necesitábamos un tiempo el uno del otro, para que Dios trabajara en nuestras vidas. Aunque en ese momento no lo vi y todo fue dolor porque no sabía porque el Señor había permitido llevárselo de nuestro lado, no entendía porque el Señor lo había permitido, que fuera apartado de su hogar, de regreso de ese mismo viaje, los dos ya queríamos que terminara, era necesario ya no soportaba, ni siquiera la presencia el uno del otro.


No puedo negarlo, le dolió mucho a mi corazón, aunque me hizo un pequeño obsequio durante el viaje, que Dios permitió, no me sentía especial, no sentí nada de lo que yo desee sentir o creí que pasaría durante ese tiempo.

Dios prometió resistirme en todo y no se le olvidó esto; Después de 5 años volvimos a viajar el día de mi cumpleaños y fue tan especial, que ni siquiera me acordaba que era mi cumpleaños, pero él despertó temprano para felicitarme, durante el camino escuchamos música agradable, también alabanzas.


Me llevó a desayunar la comida que sabe que me encanta y aunque todo fue espiritual y todo fue muy tranquilo, sé porque Dios así lo puso en mi corazón que había restituido aquel viaje donde él y yo solo deseábamos que terminara.

En aquel viaje, mis hijos estaban muy pequeños y esta vez ellos ya son más grandes, pudimos realmente disfrutarnos como familia.


Lo que Dios hizo en este viaje, fue totalmente espiritual, mis emociones todas trabajadas en él, y aunque fueron 10 horas de viaje, sabía que él lo había hecho todo diferente, porque ahora él iba entre nosotros dos, él era el cordón de tres dobleces que no se rompe, que no permite que se rompa.


A Dios no se le olvida nada, ni siquiera un solo detalle.

Él restituyó todo, todas nuestras emociones, todo nuestro trayecto, él restituyó nuestra vida misma, como matrimonio y como familia.




Francia.

C3D MINISTERIO.

 
 
 

Comments


  • Instagram
  • 5a4e2ef62da5ad73df7efe6e
  • Black Facebook Icon
bottom of page